Mi abuela Ingrecia creció en un rincón escondido de Güiria, cargando agua en latas de la “Creole Petroleum Corporation” y moliendo maíz y plátano en pilones antes de despuntar el alba. Su padre, un negrito Trinitario vestido de punta en blanco, hablaba siempre en un dialecto extraño, mezcla de al menos 4 lenguas a saber: Frances, Ingles, Español y Africano indeterminado. Hablaba Patois, era Patuá.
El único oficio de Ingrecia siempre fue cocinar, y no por placer o por deseos esnobistas de ser “Ches”, sino por el dictamen cultural de ser exclusivamente ama de casa y cocinera. Y vaya que cocinera! aun después de tantos años y a pesar del desanimo y del hastío evidentes, su cocina refleja su origen Patuá, fusión de sabores, mucho coco y mucho curry.
Siendo la única de sus nietas que se interesó por la cocina he querido rendirle un tributo a su oficio, a su don, desde mi limitada y deformada perspectiva, resguardando las recetas que más perduran en mis buenos recuerdos. Y comenzare indudablemente por las Domplinas o “Domplà macacá tho” (ah! que acento tan inolvidable en los labios de mi abuela!).
Siempre esperába la llegada de los fines de semana, con sus noches impregnadas de olor a trigo, a arepa de horno; hoy recuerdo la frustración que sentía por no ser grande, para desplazar a los demás y por jerarquía ser de las primeras en recibir mi anhelado par de domplinas, y de las grandes…
Ingredientes para 2 personas:- 4 tazas de harina de trigo
- 1 Cucharadita de bicarbonato de sodio
- 2 Cucharadas de mantequilla
- 4 Cucharadas de leche en polvo
- 1 Cucharadita de levadura
- 1 Huevo
- 1/2 taza de Leche de coco
- Agua sal y azúcar al gusto
Preparación:
Activar la levadura en media taza de agua tibia con azúcar.
Colocar en el mesón la harina y formar una corona, agregar en el centro el resto de los ingredientes incluida la levadura, y amasar incorporando cuidadosamente.
Una vez obtenida una masa homogénea formar bolitas del tamaño de una naranja, deberían obtenerse entre 4 y 6 bolitas, dejar reposar una hora cubiertas con un paño, en un sitio tibio.
Seguidamente estirar la masa en forma de arepas de un grosor aproximado de 2 centímetros.
Cocinar en un budare hasta dorarlas por ambos lados y luego terminar la cocción en horno a temperatura media.
Un sonido seco al golpear las domplinas con la yema de los dedos indicara el fin de la cocción.
...Nubia